Llega el verano y cambia un poco la rutina.
¡Pero no pasa nada! Aquí te traemos un listado de tips para mantener los hábitos generados sin necesidad de restringirte y manteniendo el peso perdido.
1. Mantener buenos hábitos
- Una dieta no restringida pero nutritiva y sin excesos, basada en los hábitos de alimentación saludable
- Mantener el ejercicio físico, aunque no sea el habitual (gimnasio, yoga, pilates, boxeo…) puede ser caminar mínimo 45 minutos diarios mientras paseas por algún sitio de tu agrado, intentar usar menos transporte publico, usar las gradas, etc.
- Huye de productos milagrosos(aquí), no te servirán y recuperarás el peso perdido
2. Consumir suficiente agua
- ¡No descuides el agua! Recuerda que debes consumir entre 1,5 y 2 litros al día.
- Buscar fuentes de agua en los alimentos (sandía, piña, espinaca, cremas, gazpachos, batidos) y en algunos casos concretos puedes recurrir a bebidas para deportistas (aquí)
- Si se trata de refrescos prueba el agua con gas, la kombucha(aquí), refrescos sin azúcar o cerveza sin alcohol (porque el alcohol además de aportar calorías vacías deshidrata)
- Prueba estas pautas diuréticas (aquí)s si notas que tienes retención de líquidos (te contamos como averiguarlo aquí).
3. Evitar excesos
- Es normal salirte de la rutina de alimentación, sin embargo, lo importante es mantener el estilo de vida sano y evitar alimentos procesados, grandes cantidades de comida y sobretodo el alcohol.
- Intenta escoger las opciones más saludables, por ejemplo: aperitivos como encurtidos, frutos secos naturales, nachos con hummus y guacamole, sorbetes de frutas, bol de yogurt con frutas…
4. Mantener horarios regulares de alimentación
- Esto evitará que sientas más hambre entre tomas y recurras al picoteo.
- Te da energía para caminar y pasear durante el día.
- Regula el apetito y la saciedad.
- Así te aseguras de distribuir los alimentos a lo largo del día para poder cenar ligero.
5. Comer sin prisa y sin distracciones
- Recuerda que el cerebro tarda 20 minutos en registrar lo que estas comiendo. La conexión cerebro-intestino tarda un poco en “hacerse consciente” por lo que, si comemos muy rápido nuestro cuerpo no se entera de que ya estamos satisfechos (consulta aquí la diferencia entre saciedad y saciación).
- Comer sin distracciones es importante para ayudarle a nuestro cerebro a registrar mediante lo sentidos (sabor, textura, aroma…) lo que estamos comiendo y cuando ya hemos comido suficiente.
- Aprende a diferenciar los distintos tipos de hambre (aquí) para evitar dar de comer a tus emociones