Día mundial del Alzheimer: cuál es la mejor dieta

La enfermedad de Alzheimer (EA) es un trastorno que provoca la degeneración de las células del cerebro y es la principal causa de demencia, que se caracteriza por una disminución del pensamiento y de la independencia en las actividades personales diarias.

Factores de riesgo

La EA es una enfermedad multifactorial. Además de la afectación colinérgica y la amiloide existen otros factores de riesgo, como:

  • la edad avanzada,
  • factores genéticos,
  • lesiones en la cabeza,
  • enfermedades vasculares,
  • infecciones y factores ambientales, también desempeñan un papel en la enfermedad.

Riesgo de desnutrición en enfermedad de alzheimer

Hoy en día sabemos (como indica estey otros estudios)  que las deficiencias nutricionales y la deshidratación son frecuentes en la enfermedad de Alzheimer (EA), incluso en fases iniciales.

Entre los pacientes con EA o demencia en general la prevalencia de desnutrición o riesgo de desnutrición es elevada, con cifras variables entre el 14 y el 80 %. Y los cuidadores a cargo deben tenerlo en  cuenta.

Causas de deshidratación y desnutrición en Alzheimer

  • La pérdida de peso podría estar provocada por una menor ingesta calórica.
  • Podrían afectarse los centros reguladores del apetito y la sed en el cerebro
  • La apraxia( incapacidad de llevar a cabo tareas o movimientos) y la agnosia (incapacidad para identificar un objeto) propias de la EA podrían provocar un cambio en los patrones de alimentación y alterar la ingesta también se les puede olvidar la preparación de estos alimentos.

Por otro lado, los trastornos de conducta o la agitación de algunos pacientes podrían a su vez aumentar el gasto energético lo que hace que pierdan peso.

Prevención y tratamiento

Hasta la fecha, no existe una estrategia farmacológica eficaz para frenar o detener la progresión (aunque disponemos de fármacos que reducen el deteriorio cognitivo y funcional) de la enfermedad pero sí podemos atender a los riesgos nutricionales.

Las estrategias nutricionales para la EA se han basado en cuatro pilares:

  • mantener un peso saludable (es decir, prevención y/o tratamiento de la obesidad, especialmente en la mediana edad y prevención de la pérdida de peso en las últimas etapas de la EA);
  • corrección de deficiencias nutricionales;
  • consumo adecuado de micronutrientes (vitaminas y minerales)
  • y modulación de la microbiota.

Dietas preventivas de Enfermedad de Alzheimer

La dieta puede influir en el envejecimiento cognitivo a través de varias vías inflamatorias y la alimentación tiene un papel fundamental.

Los patrones dietéticos antiinflamatorios, como la Dieta Mediterránea (MD) y la Dieta para detener la hipertensión (DASH), pueden ser neuroprotectores por su contenido en algunos micronutrientes (ácidos grasos omega-3, antioxidantes y polifenoles) que pueden inhibir la neuroinflamación asociada con la EA.

Estas dietas antiinflamatorias también pueden disminuir la neuroinflamación de forma indirecta a través  del microbioma intestinal que producen metabolitos antiinflamatorios.

Dieta mediterránea-Dash o dieta Mind

Todas ellas tienen en común que son ricas en alimentos vegetales mínimamente procesados y se ha asociado con un riesgo reducido de desarrollar múltiples enfermedades crónicas y una mayor esperanza de vida.

Además de en EA, los estudios muestran un efecto beneficioso en la prevención de otras enfermedades como cardiovasculares, diabetes tipo 2, fibrilación auricular y cáncer de mama.

Microbiota y Alzheimer: eje microbiota-intestino-cerebro

Habrás oído hablar del término “eje microbiota-intestino-cerebro” antes “eje intestino-cerebro” subraya un sistema de comunicación bidireccional entre el intestino, sus microorganismos y el cerebro.

Según estudios (como este) el eje microbiota-intestino-cerebro involucra distintas vías de comunicación ( metabólicas, endocrinas, neurales e inmunes) que son cruciales para el mantenimiento del equilibrio cerebral.

Cuando se altera el equilibrio entre bacterias beneficiosas y patógenas o “malas” de la microbiota intestinal se pueden producir trastornos neuropsiquiátricos. Esta disbiosis o desequilibrio intestinal puede promover la agregación de beta amiloide, la neuroinflamación, el estrés oxidativo, y resistencia a la insulina en la patogénesis de la enfermedad de Alzheimer (EA).

Recientemente se ha descubierto que hay grupos de bacterias intestinales capaces de producir toxicidad e interaccionar con los genes favoreciendo la neuroinflamación degeneración aumentado el riesgo de Alzheimer. En el mismo (estudio) se han descubierto bacterias beneficiosas (Adlercreutzia, Eubacterium nodatum, Eisenbergiella, Eubacterium fissicatena, Gordonibacter y Prevotella) que lo que hacen es proteger de que padezcamos la enfermedad.

Nutrientes mas importantes en estas dietas:

Estos son los básicos que no te pueden faltar para prevenir la Enfermedad de Alzheimer:

omega 3

Omega 3

Recuerda incluir 3-5 raciones de pescado y mariscos (en especial, pescados grasos, como salmón, caballa, atún, arenques, y sardinas) a la semana.
Tampoco pueden faltar a diario un puñado de nueces y/o semillas (como semillas de linaza, de chía y nueces negras)

Polifenoles y otros antioxidantes

Debemos consumir a diario distintas bayas (moras, fresas, frambuesas, arándanos, etc.) y uvas (contienen hasta 20 antioxidantes). Además de vegetales como el brócoli , coles en general, zanahorias, cítricos, cebollas ,espinacas y tomates y por supuesto, aceite de oliva virgen o virgen extra.

Probióticos

Consumir alimentos fermentados como yogures, kéfir, quesos frescos, vinagre de manzana, kimchi, kombucha, miso y chucrut (col fermentada) nos ayuda a mantener en equilibrio nuestra microbiota intestinal. Al mismo tiempo debemos mantenerla viva dándole de comer legumbres, granos íntegros, frutas y hortalizas además de los frutos secos y semillas.

Un fuerte abrazo a familiares y cuidadores…

Bibliografía:

Zeinab Breijyeh 1, Rafik Karaman 1, Moléculas. 2020 diciembre; 25(24): 5789.
Laís Bhering Martins 1 2, Ana Letícia Malheiros Silveira 2 3, Antonio Lucio Teixeira 1
E. Izquierdo Delgadoa, R. Gutiérrez Ríosb,1, M. Andrés Calvoa, I. Repiso Gentoc,2, A. Castrillo Sanzb, R. Rodríguez Herrerod,3, M.F. Rodríguez Sanzb, M.A. Tola-Arribase,

McGrattan AM, McGuinness B, McKinley MC, Kee F, Passmore P, Woodside JV, McEvoy CT. Diet and Inflammation in Cognitive Ageing and Alzheimer’s Disease. Curr Nutr Rep. 2019 Jun;8(2):53-65. doi: 10.1007/s13668-019-0271-4. PMID: 30949921; PMCID: PMC6486891.

Tosti V, Bertozzi B, Fontana L. Health Benefits of the Mediterranean Diet: Metabolic and Molecular Mechanisms. J Gerontol A Biol Sci Med Sci. 2018 Mar 2;73(3):318-326. doi: 10.1093/gerona/glx227. PMID: 29244059; PMCID: PMC7190876.

Bianchi VE, Herrera PF, Laura R. Effect of nutrition on neurodegenerative diseases. A systematic review. Nutr Neurosci. 2021 Oct;24(10):810-834. doi: 10.1080/1028415X.2019.1681088. Epub 2019 Nov 4. PMID: 31684843.

Martins LB, Malheiros Silveira AL, Teixeira AL. The link between nutrition and Alzheimer’s disease: from prevention to treatment. Neurodegener Dis Manag. 2021 Apr;11(2):155-166. doi: 10.2217/nmt-2020-0023. Epub 2021 Feb 8. PMID: 33550870.

INDICE

Más
Noticias

Ir al contenido